Son más dulces los frutos de la zarza
Si sé que para mí canta el pájaro
Sonidos que en mí convierto en bálsamo
Mientras una nube, una estrella engarza.
En un mar de nubes yo soy naúfrago,
Y aunque buenos pensamientos ya esparza
No hay satisfacción que me resarza,
Que seque la humedad de mi párpado.
La soledad buscada y no encontrada,
Perdida como un niño en este Templo,
Habita el centro de la encrucijada
Cuya luz en la distancia contemplo
-Que brilla como el filo de una espada-
Y de cuando en cuando, mi lira templo.
viernes, 5 de noviembre de 2010
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