Activa Inoperancia

Activa Inoperancia

domingo, 25 de abril de 2010

Desconfianza Del Silencio

La undécima parte de nada se lanza a la viva llama
Librando pavesas azules, violetas y multicolores
Cargadas de gruesos rencores como el filo de una espada.
Y si los vientos esparcen las cenizas sobre las flores
No esperes más de un silencio que en tu alma hace llagas.


Mientras la roja semilla en tus vísceras se instala
Se torna la astuta razón del parco color del carbón
Sin saber a ciencia cierta a cuantas razones reclama.
Porque si tu sangre duda entre hígado y corazón
No esperes más de un silencio que en tu alma hace llagas.


Si bien supiste acceder a la sabiduría que labras
Rompe otra lanza en tu espalda con destreza y con ahínco
Que las sombras pesan más que el silencio de las cabras.
Y aunque el Sol despunte ya, y tu alma dé algún brinco
No esperes más de un silencio que en tu alma hace llagas.

domingo, 18 de abril de 2010

Tu Vago Sueño Maquinado

No quiero yo esta noche, más que la constatación de un beso
Y que ese fruncido ceño, ya no sea un reproche.


La pálida atmósfera envilecida por brumas de artificio
Nos lleva a parecer - al parecer -, mentes entre nubes
De discutible jaez y singular composición gaseosa.


No son las piedras colgantes ni el reflejo de las velas
Las que me cambian el color por rubor mal encontrado
Sino el inimitable brillo de unos ojos irritados.


Toda la máquina de la confusión prestada por tristes duendes
No empañará el pálido iris de las horas endulzadas
Por una presencia muda comparable con un sueño.


Dame sosiego, inquieta comezón de la breve dicha
Que a mí no me seduce tu vago sueño maquinado
Sino el inimitable brillo de unos ojos irritados.


No quiero yo esta noche, más que la constatación de un beso
Y que ese fruncido ceño, ya no sea un reproche.

martes, 13 de abril de 2010

Pasajes Apocalípticos XXII

El vino del furor de su concupiscencia
Libera las mil potencias de sus deleites
Nublada con suave mirra y otros aceites.
Unida al carro vil de su decadencia
Mira con somnolencia.
Empolva sus afeites


Rueda como la mayor piedra de molino
Otrora arrojada al mar de la abominación.
Detrás de su atrabiliaria determinación
Esconde un envanecimiento mortecino.
Lagrimal anodino,
Agallas de importación


Babilonia gris, de demonios habitación
Estancia inmunda de aves aborrecibles
Silenciosa estás de los arpistas sensibles
Tronío de reina de fuego y destrucción.
Ínfulas de tradición.
Almas indivisibles.

lunes, 5 de abril de 2010

Pasajes Apocalípticos XXI

Esa torre herida por el rayo
Largo tiempo erguida de arrogancia
Nuncio y de la vanidad lacayo
Unido a su pomposidad rancia
Mucho atrás hízo de capa, sayo
Empleándose con harta abundancia.


Rotos los gemelos de la íra
Ocaso de la falsa grandeza
De adverso ambiente se respira
El aire de la áspera maleza
Luchando por convertir en pira
Alguna intrigante fortaleza.


Barbarie a cuarentaicinco grados.
Entregan su alma al paraiso
Soltando sus fuegos desalmados,
Tomándo ánimas de improviso.
Inquina nefanda de cruzados
Anhela su propio desaguiso.