Ese Rumor Del Endecasílabo

Saltar de un emocionado Si Bemol
A la declamación sobre las tablas;
Del verso más triste jamás creado
A un regio plano medio subjetivo.

Saltar del chasquido de una claqueta
A ese rumor del endecasílabo;
De la mecánica de la tramoya
A matemática versificada.

Todos los caminos se han hecho para
Tantearlos y salir discretamente
Cuando sopesas tres o cuatro opciones
Y ninguna de ellas sería la mejor.

Marchar por el arte como un pájaro
Recorre un recio cable de alta tensión;
Marchar por el arte como un actor se
Traba entre las líneas de un pentagrama.

Amada Por Algún Dios

Con la sonrisa nacida de las brasas
Del alambique que vio nacer el brillo
De unos ojos marcados por la premura,
Me nombras al poeta que nos recuerda:
"La bien amada del cielo muere joven".
Creo que sería más prudente esperar
Que algún gallo eleve su canto tres veces
Y alguna flor se abra a la luz de la luna
Mientras compruebo si el cielo te merece.

De Patologías Viscerales

Crónica de la caricia completa,
Ansiada dimensión de tu pelaje
Que atrae el deseo de los gusanos,
Clientes de la más hermosa manzana
Que se atreve a romper con los cánones
De las falsas naturalezas muertas.

Amor a la savia espirituosa
Cuando causas que las patologías
Viscerales den otra definición.
Riendo y recordando que la belleza
Nunca desaparece con el tiempo
Transcurrido, pues solo se transforma.

Y otorgar calidad de melodía
Al grito lastimero e iracundo
Que causan las sombrías y brumosas
Bilis de un raído páncreas suplicante.
Y la crisálida que airado viento
Convirtió en otro globo aerostático.

Esperaré Fuera

Y la casa quedó vencida al tejado
Y el tejado vencido sobre la casa
Donde los muertos huelen a flores
Recién arrancadas a la tierra.
La de los antepasados más lejanos
Que nunca olieron a flores,
Pero las recogían con fruición
Para alimentar a sus hijos;
Para que ellos también,
En un futuro cercano, recogieran
Más flores para sus nietos.
Y la certeza del bolígrafo
No es la certeza de la intención;
Y ni siquiera es la certeza,
Sino una roca pegada a una lapa
Que ansía deshacerse de la roca.
La piedra que convierte la escritura
En una forma de cansancio de vivir.
Te esperaré fuera;
Aquí hace mucho frío.

Las Regiones Sublimes

La telaraña, y su sombra, iluminadas,

Cuelgan como los faldones de una cortina.

También las palabras cuelgan del abismo

Como alpinista pendiendo de una roca.


Siempre serás más fuerte si crees ser más fuerte,

Pero todos los imperios caen sin excepción,

Y ciertas caídas suelen dejar los huesos

Muy maltrechos, y desprovistos de sosiego.


Todos los acertados caminos circundan

Las regiones sublimes de la perplejidad.

La nutriente duda no solo es razonable

Es también inteligente y muy pertinente.


Pero la firme determinación de un verso

Mueve montañas, y hasta algunos corazones,

No sin dejar un poso de ternura

En la firme mano que lo dibuja.