Activa Inoperancia

Activa Inoperancia

domingo, 27 de diciembre de 2009

Pasajes Apocalípticos VIII

En la funesta rama fatal suenan
Las voces y los llantos de los niños
Níveos, que a oidos sensibles llegan.
Universo sollozante y de guiños
Manidos, que en campos llorosos vuelan
En masas de raídos desaliños.


Reprende y castiga a los que ama
Odiando más que amando en su castigo.
Delirio que puede quebrar la rama
En los que no sienten calor ni frío,
Lacerados por la ira que inflama
Algunos ingredientes que maldigo.


Bienamadas de pecho macilento
Enjugan sus lágrimas en laúdano.
Sobradas de belleza y desaliento
Tienen más entereza que un troyano,
Ignorando su futuro tormento
Al que están abocadas de antemano.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Pasajes Apocalípticos VII

Entre llamas y sombrías nubes rugen
Las fauces de un soberbio contrariado
Nacido de ancestros humillados
Unidos a la ira del vencido.
Mas en esa condición de perseguido,
En el fondo de su alma le persiguen.


Rociando su verbo de un veneno
Orquestado por ángeles fantasmas
De una estirpe conspicua y estirada
Entroncada con la divina saga
Lacerada por golpes de justicia.
Así están las cosas en el limbo...


Bebiendo hieles y lágrimas celestes
En copas de lamentos que no apagan
Sed de siglos, milenios mal contados
Tras las huellas de impíos verdugos,
Indignados por bulos y calumnias
Al Sol que más quema sus pieles.

martes, 15 de diciembre de 2009

Pasajes Apocalípticos VI

El de ojos como llama de fuego
Los pies tiene como bronce bruñido.
Ninguneando a quien le tiene apego
Urde venganzas de perro mordido.
Mientras observa con animadversión
Escudriña la mente y el corazón


Recordando su amor al despotismo.
Ordena y manda a la curia romana
Donde, entre meretricio y catecismo
Esos que ignoran bajo su sotana
Las mil profudidades del Abismo
Amarán la estrella de la mañana.


Bebiendo miel de la copa rijosa
Escribe Jezabel su mejor verso
Sobre el terso salvohonor de un converso
Traslúcido del trato de mimosa
Infundido en el ánimo perverso;
A quien la voluptuosidad rebosa.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Pasajes Apocalípticos V

Entre las nubes de luminosidad cegadora
La dama ata su sandalia de fuego;
Negando a la vista su cintura preñada
Un vestido rutilante como el Sol del cielo;
Moviendo sin reparo su grácil figura
Entre las nubes de luminosidad cegadora


Rostros babeantes hasta número de siete
Olisqueando de la dama su entrepierna.
Doce estrellas coronan su semblante,
En cada una un rayo de firmeza
Llena de ira el rostro repugnante
Al que le niega su hambre ya creciente.


Beben sin apagar su iracunda sed de mal
Esperando en vano anhelo cobrar pieza
Sobre una roca húmeda y pestilente
Tratan de jugarse la férrea belleza
Instando a la dama con gesto amenazante
A que desista de mostrar su fortaleza.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Pasajes Apocalípticos IIII

En la noche tenebrosa los zafios adoradores
Lacerados por úlceras pestilentes y comezón
No huelen el mar de sangre tras los ritos de adoración,
Ungidos por una rana, hija de blasfemadores
Mientras glosan los cantores
Ensalmos de condenación.


Retumban fulgurosos truenos en un reino en tinieblas.
Otro rey, pero de fuego, les quema y les despelleja.
Detentaciones de Apolo les pelan hasta la ceja.
En un pueblo como un horno que si pudieras, no pueblas.
La cabeza que no amueblas
Amanecerá en bandeja.


Bruñidores de imágenes muerden su lengua de dolor
Esperando la venida del ídolo advenedizo,
Sobre sus huecas cabezas siembran lluvia de granizo
Transitando perdidos montes; bajo sus pies el Temblor
Iniciados del Resplandor
Ahíto de sangren el bautizo.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Pasajes Apocalípticos III

En el Templo está tejiendo, hacendosa
La que está sentada sobre muchas aguas.
No roe su pensamiento mas que una cosa:
Un número grabado en la vieja fragua
Marcando el dobladillo de sus enaguas
En la más sobria tradición ortodoxa.


Reyes, en número de siete, saludan
Ordenadamente a la bella ramera
Donde dos rios cansados se solazan
Esperando que un día, la que tejiera,
Limpie esta tierra de la sementera
Amenazadora antes que ellos nazcan.


Beligerantes garras se desperezan
Encaminando sus pasos hacia el huso
Singular y torcido, de la que reza
Tañendo sucias campanas en desuso
Invitando, con acritud, al intruso
A olvidar la inviolable fortaleza.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Pasajes Apocalípticos II

Enredados los deseos, la ira y la soberbia,
La maraña olvida pronto las virtudes perdidas
Nutriendo otros antojos, otras bilis y altiveces
Untadas de humoradas, asperezas y desdenes
Muriendo la esperanza de airosas salidas
En busca de ilusiones que el destino posterga.


Retuercen en la grieta de las buenas palabras.
Oasis de afiladas y grises decepciones
Dictándole al oido de la piedra viva
Enlodados discursos huérfanos de perspectiva,
Lacerados por las falsas y toscas satisfacciones,
Ansiando el fin de las obrepciones sacras.


Burlescas derrotas tiñen de rojo el alma
Encendido de mordaces y penosas lacras
Sumidas en las aguas del fausto Leteo
Tratando de olvidar sin funestos pataleos
Insidiosas y nunca antes batidas marcas
Al margen de la más insufrible calma.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Pasajes Apocalípticos I

Estas uñas aceradas que el crepúsculo descubre
Labran surcos de iriscencia en las almas de los justos.
Nivelando diferencias del que goza y del que sufre
Un mar externo, adyacente, fuente de serios disgustos,
Mar de almas, bella escalera, legión de sanadores,
Entre la tierra y el cielo, cosecha de perdedores.


Rumian, dicen y recelan en que dos y dos sean cuatro
Oyendo de cuando en cuando las palabras del auriga
De quien deducen, sabios, que es hora de tocar el sistro.
Espada del destino enseña, al que su brillar siga
La verdad que el mundo esconde en las entrañas de la Tierra
Arrojando por su boca luces sobre la Alta Sierra.


Bellezas horripilantes, feas como un diamante
Entrando con duro inciso en las doloridas carnes,
Sueñan el juicio implacable del sólido Radamante.
Tienen a buen recaudo, ocultos a los desmanes
Instrumentos de poder que reflejan bien los miedos
A perder la hegemonía de los sueños más inciertos.

lunes, 2 de noviembre de 2009

El Son Inmisericorde

La inclemencia de unas notas descabaladas
Sugiere el llanto de las hormigas
Ante un ataque sin nada de preventivo
Pero siempre cargado de ofensas.


Gira el rostro que no soporta la vergüenza
Y gime un corazón henchido
Cuando el sonido del viento nos acompaña
Por senderos de indolente ausencia.


Y las cunas que un día gris nos arrullaron
Ahora suenan a tarima vieja
En los desvanes de la ínclita memoria
Al son de las inclementes notas.

viernes, 30 de octubre de 2009

Nubes Rojas

La sombra de la Luna se cierne voluptuosa
Sobre los frágiles anhelos de nuestra memoria
Y las forzadas sonrisas acuden al árido concurso
De los sueños cargados de corazones intrépidos.


Es el estrépito de las alas de una gigantesca mariposa
El que nos obliga a despertar del letargo más inerte
Y a dejar caer los brazos antes de responder a la vida,
De contestar al pálpito que no espera nuestro desperece.


La sombra de la mariposa planea sobre mi cabeza
Cuando un eclipse desastibilizador inesperado
Como la sombra de los árboles ante la Luna
Produce suaves claroscuros casi imperceptibles.


Nubes rojas de gélido cristal cubren el rostro
Del dios violento provocando su ira, que será
Reflejada en las espaldas de los vecinos moradores
Del planeta donde los niños lloran sin comprender.

martes, 27 de octubre de 2009

El Cauce de la Memoria

Encontrabas placer en perseguir rios escarlata
Vadeando los surcos de la mano.


No encuentro la llave
Puede que descanse en un cajón
O espere en un bolsillo
O se halle encerrada en mi pecho.
Y ya nadie lo sabe.
Ni los enanos del diván,
Ni los fantasmas del armario,
Ni las piedras que brillan en el jardín.
No puedo esperarte.
No hay nada más apremiante
Que la sombra del propio deseo
Cuando, sin excusa, la tienes delante.
Para todos es tarde.
Tu mano tiene más surcos,
Mi frente es más brillante,
Y los rios desbordan. Están locos.


Encontrabas placer en perseguir rios escarlata
Vadeando los surcos de la mano.

miércoles, 21 de octubre de 2009

La Razón Distraída

Frágiles cuerdas distorsionan sonidos indistinguibles
Desde la profunda garganta de quien no quiere oirse
Mientras su cuerpo rezuma por los cuatro costados, y alguno más
En la breve dicha de un sueño realizado; a fe mía.


La breve dicha exilia cualquier forma de razón
Para internarse donde la razón no es necesaria,
Ni siquiera pensable, en su predecible abstracción.
La propia razón se distrae de sí misma en tales casos.


Razón distraida que disculpa los pensamientos prejuzgados
Nacidos tras la desaparición funesta de la cándida inocencia.
La codicia hedonista no alberga maldades humanas
Aunque los espectrales castradores quisieran convertirnos en eunucos.


Los espectrales castradores se cobijan en su único pensamiento
Con el sueño abortado de cercenarnos algún miembro ilustre
De nuestro vilipendiado cuerpo, mas cercano al derecho hemisferio
Y a la insigne glándula pineal que a los pálidos muslos desnudos.

lunes, 19 de octubre de 2009

Dejaste Que Se Cayera

Dejaste que se cayera el ópalo irisado.
Dejaste que se cayera.


La discreta luz de luna se aleja de las esferas
Escondiendo su fulgor en la espalda de una roca,
Cambiando el color de las flores y el canto de los mochuelos
Mientras tú, desesperada, buscas tu llama en tu hoguera.


Dejaste que se cayera el ópalo irisado.
Dejaste que se cayera.


Las oscuras siluetas de sombrías sombras móviles
Se enfrentan con acritud al chasquido de las flores
Secas por falta de aliento, cansadas de tu comedia
Mientras declamas a Sirio tus inefables pasiones.


Los búhos y los lirones, las jabalinas y ciervas
Se ríen de tus razones, ya sean buenas o ciertas
Y en los pliegues de tu párpado el rocío hace mella
Que un corazón vacío suena hueco y se delata.


Dejaste que se cayera el ópalo irisado.
Dejaste que se cayera.

viernes, 9 de octubre de 2009

Duda Que Perfecciona

Si la Fortuna es mujer, es harto enrevesada
Que, a veces, no sabes si sonríe o te traiciona.
Mas no se rompe la lona
Por darle una punzada.


Si el río baja con piedras difíciles de pisar
Y cruzas, y te tambaleas en la intentona.
Pues no se rompe la lona
Por darle una punzada.


Si cae el telón en la noche y el público se entrega
Sabes a ciencia cierta que es de paja la corona.
Mas no se rompe la lona
Por darle una punzada.


Si te dicen que caí y nadie te lo demuestra
Piensa que puede ser cierto; duda que perfecciona.
Pues no se rompe la lona
Por darle una punzada.

miércoles, 7 de octubre de 2009

La Tempestad

La árida inspiración aterriza en la abandonada
Ciudad atormentada, donde las quebradas columnas
Ya no unen lo de arriba a lo de abajo. La coartada
De la serpiente queda marchita, rota y desplazada
Ante una cigüeña que ha encajado necias calumnias.


Los blancos lienzos apenas cubren el cuerpo desnudo
Del infante y el de su amantísima amamantadora
Mientras la ciudad desierta observa con rapto mudo
La súbita tormenta a la que se enfrenta sin escudo
Ni más armas que el sosiego de la eternidad que mora.


Pero Juno envía su blanca piedad ilimitada
En busca de la sinuosa energía inextinguible
Esperando ese momento en que abandona la camada
Para devorar su cuerpo tras una breve celada
Bajo una tempestad justa, bella y desapacible.

martes, 6 de octubre de 2009

Siesta Depuesta

Los nenúfares se deslizan como una balsa liviana
En el mar lunar de la tranquilidad. Casi flotando.
Y su breve sombra se refleja sobre selvático fondo
Con una viajera estoica de polizón. Una rana.


Los rayos del sol cruzan las ramas multiplicando
Ángulos como las patas de una araña lozana
Y clava su cálida luz como una cerbatana
En el verde lecho de nenúfar, húmedo y blando.


El niño de pies ligeros y garganta insufrible
Corre, grita y despierta al fauno de su siesta
Huyendo los sueños de una torre apacible


Regalando besos por toda la floresta
Imaginando, gozoso, al niño terrible
Ser la diana en el punto de mira de su ballesta.

lunes, 5 de octubre de 2009

Confortables Alpargatas

Podría un vendaval parecer suave brisa
Y el caer de leves hojas, las derrumbadas cornisas
Sueños de dulce algodón, las pesadillas agrestes
Cuando los pies te engañan y parece practicable la tortuosa vía.


Sana cura oriental, las mordeduras de hormigas
Palco en Teatro Real, la visita al dentista
Canto breve de juglar, un edil echando pestes
Cuando los pies te engañan y parece practicable la tortuosa vía.


Versos de poeta inglés, el baile de la lavadora
Trino de un ruiseñor, el roncar de su señora
Un poema de Petrarca, la cuenta del restaurante
Cuando los pies te engañan y parece practicable la tortuosa vía.


Un episodio de Homero, el periódico del dia
Cuenco de leche y miel, la ensalada de escarola
Ronroneo en el regazo, los leones de Daniel
Cuando los pies te engañan y parece practicable la tortuosa vía.

viernes, 2 de octubre de 2009

Luz Infructuosa

En el aire se respiran palabras mudas
Como flores de papel,
Cargadas de insolencia y desprovistas de virtud.


La mano se retuerce en un intento vano
Como un cuchillo romo.
Ignorada por Circe y ridiculizada por Apolo.


La cama expulsa lo que sobra: lo vivo,
Como un estómago molesto,
Arropada por lienzos y sudores estériles.


La ventana ya no quiere filtrar rayos de luna
Como una pantalla negra
Ambientada con sombras y fantasmas sin rostro.


Y la luz. La luz está dentro, donde no se ve,
Iluminando sin fruto
La mudez de las palabras, la papiroflexia floral.

jueves, 1 de octubre de 2009

Invisible

La soga que me impide separarme de mi sombra
Me impele a estar más unido a la tierra que a sus habitantes
Y no puedo separar mi cabeza de la alfombra
Soga umbilical que se erige como factor reinante.


La soga castradora que me coge por ahí mismo
Me atrapa entre dos vientos de muy diferente olor
Y en ella ensayo ciento y un malabarismos
Sobre atrayentes abismos que van mudando de color.


La soga que me exime de todos los compromisos,
De los buenos, de los malos y de los aún peores
Me lleva a cumplir lo que la Naturaleza quiso
Abrazando muchas risas y otros tantos sinsabores.


La soga que me ciñe con arte magistral
Cuando la humedecemos se torna más flexible.
Un trago más y dejaré de ser asocial.
Si me apuras, quizás, hasta pueda ser invisible...

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Desconfianza Del Silencio

La undécima parte de nada se lanza a la viva llama
Librando pavesas azules, violetas y multicolores
Cargadas de gruesos rencores como el filo de una espada.
Y si los vientos esparcen las cenizas sobre las flores
No esperes más de un silencio que en tu alma hace llagas.


Mientras la roja semilla en tus vísceras se instala
Se torna la astuta razón del parco color del carbón
Sin saber a ciencia cierta a cuantas razones reclama.
Porque si tu sangre duda entre hígado y corazón
No esperes más de un silencio que en tu alma hace llagas.


Si bien supiste acceder a la sabiduría que labras
Rompe otra lanza en tu espalda con destreza y con ahínco
Que las sombras pesan más que el silencio de las cabras.
Y aunque el Sol despunte ya, y tu alma dé algún brinco
No esperes más de un silencio que en tu alma hace llagas.

martes, 29 de septiembre de 2009

¿Qué dices que puedo encontrar bajo tu blanca desnudez
Un abanico de notas y una sopa de letras
Un hatillo de adjetivos y la declaración de tus metas?
Habla más alto, y déjame escuchar ese hilo de voz otra vez.
Saborear el tacto de tu delgada estructura
Navegar tus dobleces por cotas de bajura.


Tu raro mensaje se me escapa de las manos como un pez.
Tu caro secreto en mis entrañas desata
Desazón, y complejas melodias de arpa.
¿Porqué me privas de tu sabiduría con grave insensatez
Cuando yo solo aspiro a ejecutar tus dictados
Dejando las glorias a quienes para ellas estén dados?


¿Porqué me castigas -ingrata- enarbolando tu mudez
Sumergiendo mi alma en el río de los condenados,
Los que de tí están más desinformados?
Escuchadme -curiosos- y entre estas dos condenas escoged:
La hoja de esta daga que mis venas antojan
O la soberbia crueldad del papel de esta hoja.