El afán que, agradecido, me dejo
En rescatarte cual ideal princesa
De local revolución que regresa,
Me honra con fundamento el entrecejo.
Un rayo de Sol que, breve, atraviesa
Tu esclarecida cabeza, y reflejo
De lucidez y prisma más complejo,
Del que sueña e imagina quién te besa,
Va a proyectarse en el filo de un vaso
Que libado con suficiente atención
Me devuelve a las fuentes del Parnaso
La noche en que, quizá sin tu aprobación,
Y armado de un discernimiento escaso
Convertí tu hermosa sonrisa en canción.
El anhelo explícito,
Implícito en el vaso,
No da reposo a las pasiones,
Mas sí
Razones al menesteroso.
Mésame de nuevo
Las barbas
Bajo esa mirada
De
Disimulado
Candor.
domingo, 3 de julio de 2011
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