Eruginosa y en el fondo del mar
La llave del abismo nos espera.
Negligente en la frente recibiera
Una marca para siempre preservar
Mi miedo a apostatar
En la vinajera.
Regresan del Hades los expulsados
Orando la fría y aúrea becerra.
De los cuatro ángulos de la Tierra
Estrechan guerreros apaniaguados,
Locos, alumbrados.
Arcadia se cierra.
Brumoso campamento de los santos
En la desalmada ciudad amada
Sitiada cuando nace la alborada
Tras la gris silueta del monte Abantos.
Igneo desencanto
Acre dentellada.
lunes, 11 de enero de 2010
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