En el aire se respiran palabras mudas
Como flores de papel,
Cargadas de insolencia y desprovistas de virtud.
La mano se retuerce en un intento vano
Como un cuchillo romo,
Ignorada por Circe y ridiculizada por Apolo.
La cama expulsa lo que sobra: lo vivo,
Como un estómago molesto,
Arropada por lienzos y sudores estériles.
La ventana ya no quiere filtrar rayos de luna,
Como una pantalla negra
Ambientada con sombras y fantasmas sin rostro.
Y la luz. La luz está dentro, donde no se ve,
Iluminando sin fruto
La mudez de las palabras, la papiroflexia floral.
lunes, 17 de mayo de 2010
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